Te voy a contar algo. La paz interior no es ese estado zen que logras cuando todos los problemas desaparecen y el mundo se vuelve perfecto. No. La paz interior es más como ese súper poder secreto que puedes activar incluso cuando tu vecino pone música a todo volumen o cuando tu jefe decide que «hoy es el día de pedir cosas imposibles». Y aquí es donde entran las Flores de Bach. Sí, flores. No varitas mágicas ni pociones de hechicero (aunque a veces parecen magia). Estas bellezas trabajan directamente con tus emociones, y lo hacen de una forma tan sutil y tan profunda, que a veces ni te das cuenta… ¡Hasta que te sorprendes reaccionando con calma ante algo que antes te hubiera sacado de tus casillas!
¿Cómo es que unas flores pueden ayudarte a estar más en paz?
El Dr. Edward Bach, que no era precisamente un hippie con una guirnalda en la cabeza, descubrió que ciertas flores tienen una vibración específica que ayuda a equilibrar estados emocionales. Así, si te sientes ansioso, agotado, enojado o atrapado en la tristeza… hay una flor para ti. No es que las flores te cambien la vida de un día para otro (ojalá fuera así de rápido), pero sí empiezan a mover la energía que te está bloqueando para que poco a poco vuelvas a sentirte más ligera, más centrada y con esa sonrisa que hasta tu gato nota.
Ejemplos rápidos:
- ¿Miedo a lo nuevo? → Mimulus
- ¿No puedes soltar el pasado? → Honeysuckle
- ¿Te sientes al borde del colapso? → Rescue Remedy
Y ojo, que estas son solo algunas. Hay 38 flores y cada una tiene su misión.
Y aquí viene lo bueno…
Webinar Grabada Gratuita «Conecta con tu paz interior usando Flores de Bach», voy a mostrarte:
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Las 7 emociones que más drenan tu energía (y cuál flor las equilibra)
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Cómo actúan las flores a nivel energético
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Escaneos en vivo donde detectamos qué flor necesitan los asistentes
🎥 Por Zoom (solo necesitas registrarte)
Créeme, es un momento mágico cuando te das cuenta de que hay una vibración lista para ayudarte justo donde lo necesitas.
¿Por qué deberías verlo?
Porque si estás leyendo esto, hay una parte de ti que quiere respirar más profundo, reír más seguido y reaccionar menos a lo que no puedes controlar. Y porque la paz interior no se compra, pero se cultiva. Y sí, a veces, empieza con una flor.
