¿Por qué es importante protegernos energéticamente?

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Todos sabemos el efecto de los pensamientos y de la contaminación psíquica, sobre todo en las grandes ciudades. Y para que esto no nos afecte, es importante protegernos energéticamente.


¡Hola, hola! Sonriente vida. ¿Alguna vez te has preguntado por qué es importante protegerte energéticamente?

Este es un tema muy importante, ya que de por sí en la vida, en este mundo es muy divertido, se genera mucho movimiento, mucha energía más allá de lo que nos imaginamos. Y no nada más tiene que ver con el mundo físico… lo que está pasando en el mundo invisible, en el mundo sutil, todavía es muy intenso y casi imperceptible para la mayoría de las personas.

Sí es real que hay personas que pueden percibir la energía acumulada de pensamientos y emociones de otras personas: Personas extremadamente sensibles que a veces sienten las emociones de los demás o perciben pensamientos como si fueran suyos y están sufriendo por ellos. Llega a pasar mucho en niños y en adolescentes, que los papás no pueden entender por qué se está sintiendo triste si todo está bien… Esto es un pequeño reflejo de este mundo invisible que nos incluye a todos.

Entonces, es importante protegernos de varias formas. ¡Y es todo un mundo esto de las protecciones energéticas! Pero te puedo comentar que los pensamientos que todos estamos emitiendo, tienen un impacto en la conciencia global, así como tienen un impacto en la conciencia individual.

Voy a poner este ejemplo.

Imagínate que en una oficina hay mil personas trabajando. ¡Y todos están pensando! Porque si nos damos cuenta, nuestra mente no para de pensar todo el tiempo, día y noche. Y no sólo eso, cada vez que tienes pensamientos, generas emociones. Hay energía en juego. Hay mil personas pensando en diferentes temas al mismo tiempo que tú. A eso súmale que en una oficina, en una empresa, hay mucho estrés, hay ansiedad y hay mucha preocupación porque salgan los proyectos. Sí, ¡esos pensamientos se van sumando! Y cuando se suman, obviamente la amplitud de esa energía, crece; de tal manera que todas las personas que vibren en esas emociones (ansiedad, preocupación, estrés), de hecho van a amplificar sus propios pensamientos y emociones.

Tú estás pensando en esa oficina, hay otras 999 personas pensando temas similares a ti. Y después se te devuelve esa energía y ahora tu preocupación, tu estrés y tu ansiedad es mayor.

Estamos en una conciencia grupal, la CONTAMINACIÓN PSÍQUICA (también conocida como el INCONSCIENTE COLECTIVO) nos influye, a menos que sepamos técnicas para protegernos energéticamente.

Si yo me protejo energéticamente, los pensamientos de otras personas no me van a influir.

Todos sabemos el efecto de los pensamientos y de esta contaminación psíquica. Si vives en ciudad, sabes que la energía a veces es acelerada. ¿Y cuándo nos despegamos un poco de la contaminación psíquica? Por ejemplo, cuando salimos de la ciudad: Vamos por la carretera, nos dirigimos a otro lugar más tranquilo, con más naturaleza, observamos árboles, paisajes y empezamos a sentir calma en nuestra mente, en nuestro cuerpo, en nuestra respiración. ¿Qué está sucediendo en ese momento? Que estamos fuera del alcance de la contaminación psíquica. Y cuando eso sucede, nos sentimos muy bien.

Pero como no podemos estar saliendo o escapando de la ciudad todos los días o todas las semanas, lo que podemos hacer es PROTEGERNOS ENERGÉTICAMENTE. Cuando se generan protecciones, podemos hacer que esos pensamientos no me influyan, no entren a mi sistema; entonces mi vida se vuelve más armoniosa, porque si de por sí ya nuestra mente es un poco menos fácil controlarla –y dirigirla requiere atención y esfuerzo-, ahora imagínate cuando nos influyen los pensamientos de millones de personas. Cuando vivimos en la ciudad, estamos hablando de una cantidad enorme de personas.

Alguna vez una alumna fue al Tibet y nos decía que a ella le gustaría después de jubilarse, terminar sus últimos días ahí, pasarla ahí. ¿Por qué? Sucedió que cuando llegó, sintió que su mente se calmó, que había paz total. ¡Y fue una experiencia extraordinaria para ella!

Creo dos cosas importantes que analizarse en esa historia.

La primera es que los pensamientos de ondas bajas, o los pensamientos que se llaman de baja vibración, tienden estar pegados al piso, o sea me refiero a unos decenas de metros. Entonces mientras más alto sea un lugar, menos alcance tiene la contaminación psíquica sobre esa persona.

Curiosamente se habla que muchos maestros espirituales, se fueron a una montaña a meditar. Y se fueron a una montaña porque en una montaña había menos contaminación psíquica, menos ruido, menos interferencia mental; de tal manera que puedes encontrar un poco más de paz interior.

La segunda es que quizá muchas personas que estaban ahí en el Tibet, eran mucho más conscientes de sus pensamientos; probablemente trabajados en el budismo y alcanzando armonía, compasión, aceptación, etcétera.

Al estar así, esta persona llegó y sintió total paz y silencio en su mente; sintió muy buena energía. Pero no nos tenemos que ir al Tibet, tenemos que generar protecciones energéticas, protecciones psíquicas.

Existen protecciones energéticas, protecciones astrales. ¡Y no es que el mundo esté contra mí! Más bien entiendo que todos estamos emitiendo energía. Y yo quiero aislarme un poco para que mi proceso de vida sea más llevadero, para que pueda resolver más fácilmente mis desafíos y pueda tener más claridad; como si sintonizáramos perfectamente una estación de radio sin interferencia, así es cuando nos protegemos energéticamente. Si no nos protegemos, es como cuando están entrando interferencias de otras estaciones de radio o en una llamada que entra otra voz. Y así estamos muchas veces en nuestra vida cotidiana, con interferencia.

Y claro, nadie se salva: Hijos, bebés, familiares mascotas –perritos, gatitos, pajaritos- todos estamos envueltos en esta energía. Por eso todos los grandes maestros hablaron de protegerse, protegerse energéticamente, saber limitar nuestro espacio vital y, al hacerlo, estamos más y más seguros.

Con base en la experiencia de nuestros cursos –y claro, muchísimias experiencias que he tenido-, me he dado cuenta de la importancia de las protecciones energéticas en el crecimiento espiritual. Podríamos decir que si no nos protegemos energéticamente, sería menos fácil crecer espiritualmente.

Te compartiré una bella metáfora que vas a recordar:

Cuando un gusanito, una oruga, ya se cansó de arrastrarse, quiere hacer una transformación. Lo primero que hace es generar un capullo. ¡Se está separando de todo ruido, de toda experiencia anterior! Se aísla. (Haciendo una metáfora de un trabajo interior, cerramos ventanas del exterior para entrar a nuestro mundo interior, donde después de hacer reflexiones e integrar información, abrimos ese capullo) ¡Cuando la oruga abre su capullo, descubrimos que se transformó y tiene alas! ¡Ahora es una mariposa! Las alas representan elevarse por encima de las experiencias, aumentar la vibración, sentirse libre. Y entonces la mariposa se eleva, ¿pero qué tuvo que hacer antes? Protegerse, aislarse de todo este ruido… Es prácticamente lo que hacen las protecciones energéticas.

Y pues sí, estamos en un mundo muy divertido con mucha emoción, con mucho movimiento, entonces es importante mantener esa calma, esa energía estable para poder generar transformación y, sobre todo, estar en armonía y ser felices.

Recuerda que nuestro objetivo al encarnar aquí, es disfrutar la experiencia. No dije «estar felices todo el día», sino disfrutar la experiencia. Y muchas veces se disfrutar por opuestos. A lo mejor te generas una escasez de un tiempo, para que cuando trasciendas esa escasez. disfrutes mucho tu vida.

Muchas gracias por escucharme, chicas, chicos. Tengan sonriente vida. Nos vemos muy pronto. Saludos.


 

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