Somos energía y emitimos energía con nuestros pensamientos, emociones y palabras. Al hablar podemos afectar negativa o positivamente a las personas con las que estamos platicando. Esto está comprobado por el científico japonés Masaru Emoto, reconocido por sus experimentos de agua donde la música y palabras lindas formaron copos de nieve perfectos, mientras que el agua que era tratada con palabras feas, no formaba copos y se descomponía.
Su teoría:
«El pensamiento humano, las palabras, música o etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia absolutamente a mejor. Si el agua lo hace, nosotros al ser 70-80% agua, deberíamos comportarnos igual».
La próxima vez que platiques con alguien, piensa dos veces las palabras que dirás. ?