Sólo cuando estamos cerca del mundo de la energía o cuando conocemos a alguien que sepa de ello –que por cierto, es un tema poco conocido todavía en esta época–, es cuando nos damos cuenta de la magia infinita que hay en todo. Lo sabemos quienes entramos en contacto con el reconocimiento de que somos seres energéticos y que todos podemos transmitir energía, equilibrarla y corregirla. Podemos también pasar amor, bienestar, tranquilidad, paz y armonía a quienes nos rodean.
Y es importante saber que el mundo energético no tiene nada que ver con las religiones o con filosofías: no tiene nada que ver en el sentido limitante y nunca va en contra de ninguna religión. Todos somos seres energéticos, por eso la energía no es exclusiva de alguna religión o filosofía.
Tenemos alumnos católicos, cristianos, budistas, médicos, psicólogos… Y sea cualquiera la filosofía que practiquen, suben el nivel de ésta porque lo entienden a otro nivel; entienden que las grandes enseñanzas de los Maestros Espirituales –quienes ya sabían sobre la existencia de la energía–, va más allá de simples palabras y va a un estilo de vida y práctica.
Nosotros a través de nuestra experiencia hemos vivido cosas asombrosas. De hecho cuando nos damos la oportunidad de reconocer que hay algo más –porque en tu corazón, en tu Ser y en tu mente sabes que hay algo más allá–, las descubrimos, las vivimos. No podemos ser solamente materia, no podemos ser solamente seres de casualidad, seres sin esencia, algo en tu mente o en tu corazón te dice que así somos; pero somos mucho, mucho más.
Y lo mágico de las técnicas de sanación es que te hacen vivirlo. No queda en simple teoría, en libros increíbles que me imagino has leído, o en documentales asombrosos que comienzan a despertar el mundo de la conciencia en ti. El mundo de la sanación energética lleva todo el conocimiento a la práctica.
Imagínate. Ya después de dar una sanación y tú haber vivido muchas cosas en este mundo energético (por ejemplo, quitar migrañas o dolores físicos muy fácilmente en las primeras sanaciones que des), seguramente algún médico o científico o religioso te dirá «Eso no es cierto; no son reales las técnicas de sanación». Tú vas a saber que es real porque lo has comprobado y nunca contradice ninguna doctrina; al contrario, la complementa. De hecho eleva la responsabilidad a tu vida espiritual, a tu vida religiosa o a tu vida como conciencia de unidad, entendiendo que todos somos uno y somos lo mismo.
Te invito a que cuando sientas en tu corazón ganas de acercarte a este mundo mágico espiritual lleno de luz, sanación y energía, le hagas caso a tu corazón. Él te marcará el camino, el lugar y la persona adecuada. Tú simplemente sigue lo que sientes: a tu corazón.
Muchas gracias por leerme y muchísima luz.
Que costó el curso de técnicas de sanación y en dónde se encuentran ubicados